Aunque los servicios informáticos gestionados para pequeñas empresas pueden ofrecer ventajas sustanciales, hay situaciones en las que una pequeña empresa puede no necesitar servicios tan amplios. Decidirse en contra de los servicios informáticos gestionados podría ser razonable en determinadas condiciones:
- Personal y uso de dispositivos mínimos: Si tu empresa opera con menos de cinco empleados y utiliza un volumen bajo de ordenadores o dispositivos electrónicos, la complejidad y la escala de las necesidades informáticas podrían ser gestionables internamente.
- Preocupación por los costes: Para las operaciones muy pequeñas, el coste de los servicios informáticos gestionados, incluso los más básicos, puede no estar justificado. En los casos en que las limitaciones presupuestarias sean estrictas, puede ser necesario dar prioridad a otros aspectos de la empresa.
- Inestabilidad empresarial: Si hay consideraciones o planes para cerrar la empresa en un futuro próximo, invertir en servicios informáticos gestionados puede no proporcionar un retorno de la inversión. En tales casos, las soluciones informáticas a corto plazo o una asistencia informática mínima pueden ser más adecuadas.
Evaluando cuidadosamente sus necesidades específicas, su escala de operaciones y sus objetivos empresariales a largo plazo, los propietarios de pequeñas empresas pueden tomar decisiones bien informadas sobre la integración de los Servicios Informáticos para Pequeñas Empresas en su estrategia global.